Faltan tripulaciones. ¿Cómo resolverlo?

Manuel Bagnara Vivanco

Gerente General

ARMASUR A.G.

La marina mercante del sur austral, es decir desde Puerto Montt a la Región de Magallanes, vive la mayor crisis de su historia. No hay personal suficiente para tripular las naves. Ahondando en el tema, podemos clasificarlo como un déficit estructural ya que tanto el impacto como las variables que entran en juego para su cálculo son muchas. Más allá de cuántas personas se necesitan a bordo de un barco.

En el caso de ARMASUR, la cifra supera el 20%, con casos de embarcaciones que han tenido que quedar “en para”, al no contar con la dotación mínima que exige la Autoridad Marítima. El cálculo de este déficit, se ha logrado con un trabajo sostenido de nuestro equipo ejecutivo y el apoyo de las empresas asociadas, basados en un análisis que parte de la flota operativa, las tripulaciones de cada nave, los sistemas de trabajo y descanso, las vacaciones, licencias, feriados progresivos, descansos compensatorios y otros puntos, que determinan las necesidades de personal que a su vez se comparan con el que efectivamente se tiene.

¿Cómo resolver esta problemática? Creemos que en lo que respecta a la navegación de aguas interiores donde nuestro gremio tiene pertinencia, se deben activar acciones que permitan el ingreso de más personas desde la base. Por esta razón, consideramos que hay personal idóneo en la pesca artesanal y la facilitación de su tránsito primero a naves menores y luego a naves mayores es una opción que hay que profundizar y masificar. También, acotar la carrera a la realidad de la navegación y operación, como lo han hecho países más desarrollados.

En este contexto, valoramos la circular de la Directemar, que permite el paso temporal de Piloto Costero a Capitán Costero, de Capitán Costero a Capitán Costero Superior, y de Motorista Segundo a Motorista Primero, así como la disminución del tiempo de seis a tres meses de embarco en práctica, para optar a los títulos nacionales de Piloto Costero y Motorista Segundo. Constituyen avances en el camino de reducir el déficit de personal.

Pero se necesitan condiciones legales más profundas. Una ley de navegación de aguas interiores integral que responda a la realidad que efectivamente se vive en la zona sur austral, que nos haga más competitivos y en esto, que se incluya normativas que faciliten la incorporación de jóvenes que ven en el mar su vocación, y su continuidad en la carrera para convertirse en las dotaciones que necesitamos para seguir creciendo como lo hemos hecho hasta ahora aportando al desarrollo sostenible del territorio.