En el marco de la reunión sostenida el 15 de marzo, convocada por la Autoridad Marítima como sesión de la mesa tripartita donde participamos al igual que otros gremios, sindicatos y federaciones de trabajadores, y en que se trataron temas respecto de los cuales se han publicado interpretaciones equivocadas sobre lo que sería nuestra posición sobre ellos, nos parece relevante hacer las siguientes precisiones: Que el artículo 14 de la actual Ley 2.222 (Ley de Navegación), autoriza al Director General del Territorio Marítimo de la Marina Mercante, por razones fundadas y transitorias, a evaluar la opción de contratar personal embarcado extranjero, para completar dotaciones mínimas de seguridad. Sin embargo, aún cuando esta facultad se encuentra normada, tanto la Autoridad Marítima, como ARMASUR A.G., otros gremios de armadores y sindicatos laborales, coincidimos en que la real solución al déficit estructural de dotaciones (que es posible verificar en la evidencia objetiva que existe y que es además de conocimiento público entre los actores de la cadena de valor marítimo), pasa por orientar los esfuerzos en incorporar gente desde la base. La incorporación desde la base, es la solución de fondo, ya que considera la creación de las estructuras necesarias para funcionar adecuadamente en el largo plazo. Además, en el plano regional otorga, más opciones de ser parte de la marina mercante regional a personas provenientes de la comunidad cercana como pescadores artesanales, recolectores de orilla, mujeres y hombres de mar. Mejorar el proceso de formación y titulación regional ha sido un tema de profundo análisis e implica entre otros puntos, hacer más atractiva la carrera, simplificar y agilizar los trámites administrativos, racionalizar los tiempos de estudio adecuando las mallas curriculares a las materias que son realmente pertinentes con la formación de los oficiales y tripulantes regionales, acortar los cursos de formación y ascenso, generando una preparación basada en el DS 680 como “piso”, y el DS 127 como “techo”; mejorar la conectividad digital, aumentar la opción de movilidad laboral para sectores de la pesca y mercante, acortar tiempos de práctica, entre otras. Estas son iniciativas que han ido naciendo justamente en la mesa tripartita que dio origen a la sesión del pasado 15 de marzo, instancia que valoramos porque constituye un espacio para complementar miradas en beneficio del mejoramiento de la sostenibilidad y competitividad con una gestión factible y que buscamos todos los integrantes de la marina mercante y del mar. Eso le da sentido. Con satisfacción vemos que esto también es compartido por federaciones locales de trabajadores como FENAGEMAR, FESIMAR y FESITRASUR, presentes en la mesa de “misceláneos” de dicha reunión. Incrementar la incorporación de mujeres a las actividades de la marina mercante, sin discusión alguna, no sólo es una opción real y valedera sino, más aún, una real necesidad. Como ARMASUR, esperamos de los sindicatos la información de la disponibilidad de tripulantes y oficiales femeninos para informarlo a nuestros asociados. El avance que ha tenido la marina mercante del sur austral en materias de beneficios sociales, remuneraciones, tiempos de descanso y otras, en referencia con la marina mercante de navegación internacional, también planteado por el representante de FETRICH en la mesa de Misceláneos, no tiene comparación alguna. A modo de ejemplo, los períodos de embarco son hasta 4 veces más cortos en el sur austral y los períodos de descanso por desembarco están en una proporción de al menos el doble. Sin perjuicio de aquello, cada día las condiciones se siguen mejorando. Es un proceso de mejora continua, a través de instrumentos individuales y colectivos de trabajo. La gran amenaza para toda la industria de la marina mercante nacional, es el proyecto de ley de apertura de cabotaje que presentó el anterior gobierno de Sebastián Piñera. Dicha iniciativa, entre varias cuestiones, distorsiona la competencia y la igualdad ante la Ley, promueve inequidades laborales y económicas. Nuestra posición en esto es que la solución radica en un espacio de discusión y encuentro entre el mundo laboral representado por sindicatos y federaciones, la Autoridad Marítima y los gremios armatoriales. Hay que tener una mirada clara y no confundir de dónde provienen las principales amenazas. El déficit de personal embarcado es una realidad objetiva. Las razones de las causas que lo han originado son multifactoriales. Asumimos la responsabilidad que nos pudiera caber en ello. Lo peor sería no hacer algo para solucionarlo. En eso estamos. Tal como se discutió en la citada mesa tripartita del martes 15 de marzo integrada por representantes de las federaciones de trabajadores ya mencionadas, la FETRICH, DIRINMAR, ARMASUR, ARMAG (Armadores de Magallanes), ANA, SONAPESCA, SIOMMA, SIOMOT, SIPROMAN, DIRECTEMAR, DIRSOMAR, UNAB, MARIGOBPMO, MAR DEL SUR, FETRINECH, FESIMAR, CIMAR, CAPUERTOPMO, FENAGEMAR, FESITRASUR, SIMAR, COLEGIO DE CAPITANES Y PILOTOS, ASOCIACIÓN DE CAPITANES DE ALTA MAR, SINDICATO DE CAPITANES DE ALTA MAR y con la destacada participación de la ALIANZA MARÍTIMA, donde varios de sus integrantes han sido claves en la formación y desarrollo  de estas mesas de trabajo, existe consenso en repudiar prácticas inadecuadas como solicitar licencias médicas para trabajar en el período de licencia dado que hoy se paga más por día que con contrato indefinido, o laborar en otra compañía en los tiempos que corresponde descanso. Esta es una mala práctica, que afecta la seguridad operacional, sin sostenibilidad, sólo posible en situaciones extraordinarias como es el actual déficit de dotaciones y que genera distorsiones de todo tipo. Es asimilable a cuánto se está dispuesto a pagar “por un vaso de agua en un desierto luego de varios días sin beber”. Esta es la situación, como caricatura, que enfrenta el operador naviero cuando no tiene toda la dotación mínima y no puede zarpar para cumplir con sus compromisos contractuales.   Puerto Montt 30 de marzo de 2022.

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