Reactivación implica diversificación y “ganar – ganar”.

Héctor Henríquez Negrón

Presidente

ARMASUR A.G.

Multigremial de Los Lagos

 

La vacuna contra el Covid, es la esperanza de que la nueva normalidad llega gradualmente. La reactivación económica se incluye en esto. Pero es lenta y habrá muchas actividades económicas que no lograrán resistir, provocando con ello no tan solo un detrimento patrimonial importante, en algunos casos irreversible, sino también desempleo en muchas personas que están vinculadas con esos rubros.

Nuestra región tiene actividades como la gastronomía, el turismo, que no funcionan desde que la pandemia llegó. Hay miles de personas que forman parte de esta cadena de valor y que no tienen ingresos. Para ellos, por ejemplo, el camino es reinventarse, diversificarse. Pero ¿Dónde?

En otra vereda, industrias como la agrícola, acuícola, la marítima y la construcción, tienen déficit de mano de obra. Esta falta de recurso humano, puede derivar en efectos negativos tanto en lo económico, lo social y lo cultural, por lo que abordarlo es parte de la tarea.

En este contexto, resulta más que razonable unir ambos mundos, el sin y el con actividad y apoyarse mutuamente. Entre los gremios, las empresas, la sociedad civil, las autoridades y organizaciones del Estado tenemos el deber de buscar la manera para articular este camino de reconversión y de diversificación. Las empresas, tienen el desafío de contratar personal de otras áreas que necesitan ayuda e invertir en capacitación para prepararlo. La autoridad, debe flexibilizar sus procesos administrativos y aportar con el marco legal y una gestión descentralizada, para generar planes de perfeccionamiento y apoyo financiero a los privados que tomarán este liderazgo.

Además de acciones concretas para capacitar y formar, en Armasur tenemos el afán de concretar programas de diversificación con los pescadores artesanales y otros actores del borde costero, incluyendo dotaciones de naves menores, para que puedan, debidamente preparados, integrarse a la marina mercante del sur austral.

Nuestro compromiso, como de la gran mayoría de las organizaciones laborales con la mantención de la reserva de cabotaje para tripulaciones nacionales es un dato absolutamente demostrable. Eso no significa que debamos dar la espalda a inmigrantes que quieren salir adelante y tienen las competencias profesionales. Ellos también pueden sumarse en un porcentaje a nuestras dotaciones, tal cual lo hacen los países con las flotas más grande del mundo, a través de los segundos registros, que permiten aumentar significativamente plazas de trabajo para nacionales y extranjeros. Eso es “ganar – ganar”.

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