Amor por el mar.
Manuel Bagnara Vivanco
Gerente General
ARMASUR A.G.
Desde Puerto Montt hacia el sur, el mar es la principal carretera, y la vida se desarrolla estrechamente vinculada con él. Por eso, queremos invitarte a mirar este océano que nos abraza, como si fuésemos un dron que desde lo alto, aprecia su magnificencia pero además, su fragilidad.
El mar es fértil. En él hay un ecosistema marino exquisito. Es generoso porque nos entrega productos con los cuales comemos, con los que hacemos medicamentos, con lo que se hacen prendas de vestir. Une no sólo las islas y fiordos; conecta a miles de personas que viven y trabajan en lugares que si no fuese por la navegación, estarían totalmente aisladas.
Puerto Montt es una ciudad Puerto, es decir, su esencia, su identidad, su historia es mar. Es el bastión austral de la logística marítima que acoge a personas de todo el mundo que al querer recorrer la Patagonia Austral de norte a sur, llegan acá para partir con su travesía. Acá están las oficinas de los actores del borde costero claves en materia comercial, de cabotaje, de la pesca y de la acuicultura.
Es un medio tan importante, que los servicios esenciales de transporte han podido seguir funcionando gracias a él, con los puertos, los barcos y las tripulaciones a bordo, garantizando que la cadena logística con insumos básicos alimenticios, materiales de construcción, medicinas, vestuario, y recursos humanos, puedan llegar a sus destinos.
Es en este mar que podemos detener nuestros sentidos, conectándonos con su belleza que podemos tocar a solo minutos de casa en la playa, recorriendo la costanera, Pelluco, Chinquihue y si somos un poco más audaces, cruzando hacia islas como Tenglo y aquellas que formando parte de comunas aledañas, nos permiten vivir la experiencia del isleño y del pescador artesanal, con un rico curanto al hoyo; un asado al palo o un cancato, sentados en la arena mientras las olas saludan.
El mar es único. Pero lo tenemos tan cerca, que a veces olvidamos que se trata de un recurso natural que no se puede arreglar como una piscina que se parcha. Necesita nuestra protección En nuestro gremio, educamos a nuestros asociados sobre esta ineludible responsabilidad, para que el buen hacer con el océano sea realidad.
Hoy, en medio de la pandemia y con unas vacaciones donde seguro será nuestro borde costero uno de los pocos lugares donde buscaremos descansar junto a quienes queremos, te proponemos ser un embajador activo protegiendo y cuidando nuestro mar. Si no lo hacemos, ¿imaginas lo que podría pasar?